Fecha 147: Uno si, uno no, por el Dr. Gentile.

Milán:
Martins, Castro, Dani, Chizi, Colo.
Una defensa dura, y un ataque volátil. Un equipo ideal para la contra.

Inter:
Chingal, Dieguito, Tata, Cachito, Fede.
Una defensa con proyección, un Cachito que viene levantando y Fede, que está en llamas. Con un esquema más tradicional, necesitará hacerse de la pelota para desarrollar su juego.

Arranca el partido y la emoción se toma su tiempo en aparecer por el Cach Nou.
Después de 15 minutos de juego, Castro logra romper la paridad con un violento remate que se clava en el segundo palo del Chingal.
Y así empezó a gestarse el partido soñado para el Milan que, con jugadores más rápidos arriba, se predispone naturalmente para la contra. Inter se ve obligado a salir y el Milan empieza a obtener dividendos inmediatamente: en una jugada fortuita, Dani remata, la pelota da en el poste y rebota en la pierna de Chingal, entrando mansa al arco.
En el partido no pasaba mucho: Inter busca, pero sin claridad. Chocando, cuando llega, con un Martins muy sobrio que, sin ser espectacular, se va convirtiendo de a poco en una de las figuaras del Milan.
En Milan todo es como se esperaba. Dani y Castro un paredón en el fondo. La precisión en la entrega y el sacrificio de Chizi y arriba, la gambeta indescifrable del Colito, para obligar al Inter a constantes sobresaltos en defensa y muy poco en ataque.
Pisando los 25, el primer error grosero del Chingal. Un mal pelotazo los deja de frente al arco a Chizi y al Colito, que, entre los dos, construyen el 3 a 0 que parece irremontable.
Pero en el fútbol no está nada dicho hasta que suena el pitido final.
Fede despierta del letargo y, pisando la media hora de juego, el Inter puede, por fin, vulnerar a Martins. Y se abrió la puerta para el Inter.
Tata pone el 2-3 y el Inter, a pesar de ser poco claro se mete en el partido.
Una gran jugada de Cachito termina en la red y el partido se pone 3-3, pero no le iba a durar mucho al Inter la alegría: Chingal sale mal a cortar un centro, dejando el arco libre, Chizi, toma el remate, pero le sale mordido, tanto que pica y le pasa al Tata por sobre el hombro, pero del lado opuesto al que está Chingal, que solo ve la pelota cuando ya es muy tarde. 4-3 para el Milan.
Y empieza el fastidio en Inter. Todos culpan a la Suerte por su ausencia, al Destino por su ensañamiento y a Chingal por sus errores.
En una gran jugada, Chizi logra rematar mano a mano, Chingal tapa, pero la pelota se va hacia el Colo, que solo tiene que empujarla. 5 a 3 y en Inter todo es fastidio.
Fede descuenta después de una buena jugada colectiva.
A estás alturas, Inter domina la pelota, pero no puede generar mucho peligro. Se arrima hasta la zona, pero siempre termina pateando de lejos, con una marca encima, con una defensa bien plantada y un Martins en una noche muy buena, hacen que para Inter la cosa parezca imposible.
Milan es todo sacrificio. Desde Dani y Castro abajo, muy concentrados a la hora de tomar las marcas, el habitual despliegue de Chizi y los pelotazos precisos para el movedizo Colo, Milan ataca menos, pero está más cerca.
Encima, el Chingal está en su peor noche: Dieguito juega para atrás, Chingal se confía y levanta la cabeza antes de haber parado la pelota. El balón rebota largo, le cae al Colo que lo único que tiene que hacer es tocar simple para que Chizi empuje al arco vacío: 6-4.
La desazón del Inter no tiene fin. Cada error se paga con un gol y la hazaña está cada vez más lejos.
Pero los milagros existen y a veces se encarnan en el protagonista menos pensado:
Dieguito se encuentra mano a mano con Martins, lo espera hasta último momento y cuando parece que ya no llega, levanta la pelota por sobre el cuerpo de Martins, que no comprende (ni él ni nadie) por donde pasa esa pelota, que pica muy lentamente, dos veces, hasta entrar en el arco. Y por poco no lo gritan los mismos jugadores del Milan, porque fue un gol de esos que quedarán en el recuerdo.
Y el Inter otra vez a tiro.
Y Fede, que a pesar de no haber jugado un gran partido sigue de racha, logró lo que parecía imposible para el Inter: el empate. 6 a 6 en un partido mucho más emotivo que bien jugado.
Pero no era la noche del Inter, ni de su defensa, ni mucho menos de su arquero: en un córner como tantos, Dani entra al área, practica una pirueta , la pelota encuentra su canilla y se mete en el arco: 7 a 6. Y antes de que nadie se de cuenta, Cacho, que estaba escondido tras una cortina, termina el partido, dejando al Inter desahuciado.

En un partido muy parejo donde los esquemas de juego estaban claros de antemano, el juego se abrió para el Milan.
Por qué? Porque marcó primero.
Martins estuvo en una muy buena noche.
En Inter, Chingal fue el punto flojo. Y por ahí se puede explicar la victoria del Milan: 2 errores claves de Chingal, dos pelotas mal pasadas que fueron a la red.

Uno si, uno no.

Estadio: Cach Nou.
Público. Nou.
Detalles: Tampocou.

Premio Aldo Pedro Poy: a Dieguito: si bien el gol no fue de paloma, se lo vamos a hacer repetir todos los años, para conmemorarlo.

Premio A llorar a la iglesia: a Chingal. Se la pasó gimoteando por la suerte, que si uno le pegó mal, que si otro le cae un rebote, que si esto, que si aquello, pero regaló 2 goles que significaron la derrota.

Premio Isidoro Canioneri: a Fede. A pesar de que el Inter no estuvo claro en la generación de chances, terminó de nuevo como goleador del encuentro.